Sin duda alguna, esta cuarentena (que el pasado 11 de mayo cumplió más de 50 días en Bogotá) le ha dado un golpe certero a la economía del país. Si bien el Gobierno Nacional dispuso ayudas para algunos sectores de la economía, hay otros que siguen en las calles trabajando para devengar sus ingresos. Algunos trabajan cobijados por las excepciones del Decreto 593 y otros simplemente no pueden subsistir si se quedan en casa. Este es el panorama que se vive en un país donde, según el DANE, la tasa de informalidad es del 47,7%.
El nuevo coronavirus y las medidas de aislamiento social han afectado la continuidad de la educación en su estructura tradicional. El acceso a Internet, a las herramientas digitales y al apoyo del docente se han vuelto las preocupaciones más frecuentes entre maestros, padres y alumnos. Por ello, encuestamos a más de 1.300 estudiantes de Santander y Tolima para mostrar las carencias de un sistema educativo desprovisto de recursos y comunicación, como es el caso de numerosos municipios en Colombia.
Durante este tipo de confinamiento, donde carecemos de libertad, charlamos con el psicólogo Diego Leal sobre la salud mental en la cuarentena. Recordamos en este vídeo de Sin Filtro, presentado por Gabriela Ríos, para hacer referencia a enfermedades como la depresión y la ansiedad, que se ven seriamente agravadas en este tiempo, que pueden ir acompañadas de adicciones. De hecho, en el año 2019, al menos casi el 5% de la población colombiana había padecido depresión.
Entrevista con Luis Guillermo Ospina, un fotógrafo de 40 años que, por cuestiones del destino, pasó de ser un 'Juanpis González' a "hacer que la comida se vea sexy". Esta es la mirada a su vida y obra, así como las cosas que lo apasionan e inspiran.
Nunca nos imaginamos que llegara el día en que salir con amigos, visitar a nuestros abuelos, jugar en el parque con nuestras mascotas y compartir en familia estuviera prohibido, donde los abrazos y los besos se transformaran en las armas más peligrosas, pues definitivamente por la pandemia a París ya no llega el amor, Disney apagó su magia, Nueva York si duerma y ningún camino dirige a Roma. Les contare que estábamos haciendo nosotros en casa mientras mi bisabuela luchaba contra el coronavirus.
Cuando pienso en Colombia, se me vienen a la cabeza un montón de noticias agridulces, graciosas y hasta absurdas. Pienso en un gobierno que prefiere amparar a los bancos antes que a su gente, eso junto a las recientes amenazas hacia el personal médico y la coreografía inspirada en el meme que le dio la vuelta al mundo,que en el Chocó fue utilizada para una campaña de lavado de manos.
Para muchas personas este es un periodo de descanso, mientras que para otras es un periodo de incertidumbre en donde sobrevivir se vuelve una cuestión de decidir por morir por el virus o por hambre. Para otras personas puede significar la perdida de espacio para socializar y la imposibilidad de poder salir con amigos, para otras, es un espacio para reflexionar en soledad.
Hoy, infinidad de historias se ocultan tras las ventanas durante el aislamiento y las fotografías expuestas a continuación son un reflejo, no solo de dichos relatos, sino de aquellas personas que con su trabajo hacen posible la vida en confinamiento.
La Semana Santa en la Iglesia católica es llamada la “Semana Mayor”, puesto que, en ella se conmemora la muerte y resurrección de Jesús. Todos los años esta celebración se realiza en los templos, pero en este 2020, gracias a la cuarentena generada por el COVID-19, los católicos en todo el mundo llevaron esta semana de manera diferente y poco usual.
La zozobra, el miedo y la vulnerabilidad de los seres humanos ha debido convertirse en aceptación, esperanza y paciencia en el primer semestre del 2020. Y es que el mundo ha cambiado por completo y eso nos ha permitido reevaluar las cosas que considerábamos “normales”, pero que no entendemos cómo llegaron a serlo.
En Bogotá, desde el 20 de marzo, los ciudadanos están en época de confinamiento a causa de la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus. Esta fotogalería representa la vida de distintos sujetos durante la cuarentena. Es claro que cada persona decide cómo vivir estas circunstancias sacando siempre lo más positivo de ella.
Durante la pandemia del COVID-19, dentro de una casa y sobre un escritorio, Luna decidió reconstruir parte del exterior.
El perejil obtuvo el papel de árbol, el algodón hizo de nubes, un arete sin su par se colocó de luna y una lampara siempre encendida cumplió la función de iluminar el escenario.